Ayer por la noche llegó en visita sorpresa y relámpago (hasta el martes, creo) una amiga de María, Lara. María y yo llegamos tarde a la estación central de Bruselas y nos tuvo que esperar 15 minutos. Cómo somos. Luego la llevamos a cenar a un italiano pero no pudo ser porque ya cerraban (era ya la hora golfa belga, es decir, las once y media) así que nos fuimos a otro sitio, también italiano, por cierto.
Hoy hemos ido a cenar al Mamma Roma (el viaje va de italianos), la pizzería de Anthonie, otro amigo de María. Hacen unas pizzas... Bueno, pizzas no, cosas de esas cuadradas al peso. Maaadre mía. Después, de vuelta en casa, Lara nos ha dado un super masaje a cada uno (es fisioterapeuta en potencia). Yo la verdad es que lo necesitaba. La silla del ordenador es un poco incómoda al no tener respaldo y acabo con la espalda destrozada y contracturada.
Otras de las razones por las que mi espalda está dolorida es que hoy hemos ido a recoger un silloncito uniplaza que compramos el otro día a una inglesa que lo vendía por Internet. También ofrecía un sillón de tres plazas cojonudo, con el mismo estampado, pero ese no nos lo hemos llevado porque pesaba mil kilos (por lo menos!) Además, no sabíamos donde meterlo hasta que nos mudemos. De hecho el silloncito lo hemos dejado en el descansillo de la primera planta (de ahí el dolor de espalda) (y de dedo de María, ya que se lo he pillado con la pata del sillón contra la pared, upsss) de nuestro edificio, con un cartelito que reza: You can sit on it but please don't take it away. Nico y María. Espero que nos hagan caso! Con lo que nos ha costado traerlo hasta aquí andando!!
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