Nos han hecho la pua

Nuestras sospechas se han hecho realidad. Hoy habíamos quedado con el capullín para discutir el contrato a las 11:30. La última vez que quedamos para el mismo menester nos llamó una hora antes de la cita para comunicarnos que no podía quedar porque estaba “muy ocupado”. Hoy nos ha llamado con un margen un poco más amplio, media hora (es decir, ha llamado a las 9:30, el cabrón), pero directamente nos ha dicho que ya han alquilado la casa a otra gente. A la hija de la dueña, para ser exactos. No nos lo creemos mucho y vamos a ir a ver (llamaríamos pero hemos perdido el número de la dueña), aunque sea para armar un poco el pollo y desahogarnos.

Qué decepción!! Qué cabrona es la gente! Han estado jugando con nosotros dos semanas: mandándonos el precontrato, sin cogernos el teléfono, quedando con nosotros y anulándolo… Desde hace dos días no tenemos Internet (esto lo estoy escribiendo en Word y luego haré un ‘corta y pega’ en el cybercafé, para que no me caigan broncas por no postear) pero si no tuviera problemas de conexión ya me habría bajado algún programilla de esos que le colapsan la dirección de e-mail a tu víctima (el capullín en este caso).

ESTAMOS INDIGNADOS!!

Por otro lado, aunque siguiendo con lo mismo, ayer decidimos que si lo de este piso no salía (ya nos olíamos las tretas del capullín) íbamos a esperar un poco más a buscar casa. María tiene algunos exámenes a finales de agosto y ya ha perdido mucho tiempo buscando casa conmigo (os aseguro que es un trabajo a tiempo completo). Ya se lo hemos dicho a Tina para que no siga buscando compañera de piso, por lo menos no para el 1 de septiembre. Ahora sólo nos queda ver que hacemos hasta entonces con los muebles que nos van a regalar. El colchón hemos pensado colocarlo sobre nuestro actual lecho conyugal. Lo demás, desmontarlo (bendita Ikea) y encajarlo allá donde podamos, en plan Tetris. Tin, tinini, tininí, tinini, tinini, tinininininiiiiii...