Curiosidades de Internet

Me he suscrito a una página que me da datos sobre todos vosotros, lectores. Entre ellos está uno muy interesante, que es por donde han llegado los lectores o que han buscado en Google para llegar a mi página, en el caso de aquellos que no me tienen entre sus favoritos debido a la relación sanguinea. La curiosidad del día es que si buscas en Google "comprar un buen colchon en Bruselas" mi página será la primera en aparecer. No me pregunteis por que. Justicia divina.

Bueno, ahora os dejo aunque no con ganas ya que tengo que salir a la calle. Hace unas dos semanas estaba nevando pero esta semana el tiempo cambió. Hace dos días salí por la noche para buscar unas cosas que habíamos pedido para cenar y me preparé como de costumbre: camiseta, gersey de lana, forro polar (polar de verdad), abrigo/chubasquero, pantalones de pana, pantalones de pijama por debajo... Nada más salir del portal me di cuenta de que me había equivocado. Yo creo que no he sudado tanto en todo el año (si exceptuamos esa misma noche, que la cama se convirtió en una verdadera sauna). Ayer hizo un día espléndido. El sol brillaba y los belgas se arremolinaban en los cafés. Algarabía y alegría por doquier.

Eso si, el sol no impidió que también lloviese un par de veces. Fue un típico día belga, en el que se conjuntan las cuatro estaciones (bueno, en este caso sólo tres, porque el invierno no llegó a hacer su aparición). Hoy hace un día gris y ha llovido un poco. He estado enviando currículums y ahora voy a hacer una colada. Quel dommage!

¡Nos toca el Euromillones!

Pero no os penseis que os vamos a poner un pisito que por ahora no nos da ni para ponérnoslo a nosotros mismos... en realidad sólo nos han tocado 21 eurillos, pero bienvenidos sean. Si alguien tiene un boleto con más premio que nos lo mande para comparar.

Cultura banderil

Ahora que soy internacional (jeje) voy a proponeros un pequeño juego. Os mostrarán 20 banderas y teneis que seleccionar a que país pertenecen... Parece fácil pero en cuanto te sacan de Europa, América y Asia, la cosa se complica.



¡Decidme cuantas habeis acertado! Yo 14.

Nuevo contador (os tengo fichaos)

Para celebrar las 3000 visitas (que, por cierto, me han pasado desapercibidas) voy a poner un nuevo contador muy chulo. El susodicho contador informa desde que país se están conectando los visitantes. E incluso muestra un mapita señalando dicho país por si uno, en su incultura, no supiese donde se encuentra. Lo he visto en la blog de Iago y no he dudado en copiarlo vilmente.

Periplo a Londres, 2 (Camden Town, Old Street y paseos sólo con mi mochila)

Ya es hora de que termine de contar mi viaje a Londres que el otro día, por pura vagancia, deje a medias. Me quedé volviendo en tasis para abrir la puerta de su habitación a Lieven. En realidad esa noche ya no dormiríamos allí ya que nuestro anfitrión, que la noche antes nos había cedido amablemente su cama, instalándose en un colchón inchable en el suelo, nos consiguió para esa noche y la siguiente una habitación para nosotros solitos. Un amigo suyo se iba de viaje y no tuvo problema en dejarnos su cuarto. Así que esa noche tuvimos intimidad y, como es normal en nosotros, dormimos hasta el mediodía. Lieven nos llamó para despertarnos e incluso nos preparó el desayuno pero todo fue en vano.

Finalmente nos conseguimos levantar y nos fuimos directamente al mercado de Camden Town, que está lleno de dronga (según Lieven y Wikipedia), turist y punkies. Miramos algunas camisetas sin adentrarnos mucho en el mercado, ya que nuestros vacios bolsillos no daban para comprar nada, y finalmente decidimos irnos a desayunar/comer. Hay una zona que es un mercado sólo de comida. Hay de todos sitios: turca, africana, mejicana, japonesa, china, inglesa, española... Así que nos dimos una vueltecita entre los diferentes puestos y cada cual hizo su elección: María, fajitas mejicanas; Lieven, pollo a la miel vietnamita tailandés y yo, un bocata turco con queso y pimiento acompañado de ensaladita de garbanzos y judiones (véase foto adjunta).

Tras el café nos tomamos un megacapuchino y después, ante la imposibilidad de gastar (¡gastaar, gastaar, gastar sin paraar!), nos fuimos a dar un paseo por el Támesis. Andamos y andamos hasta llegar a la estación de King's Cross Saint Pancras (a mi eso de Pancras siempre me ha sonado a operación). En el mapa está a sólo dos paradas de metro, pero estuvimos andando como una hora (bueno, quizás me he pasado). Una vez en la estación, cansados de tanto caminar, tomamos otro rumbo: el rumbo de la cerveza. Lieven nos llevó a su zona de bares favorita: Old Street. En el primer sitio donde fuimos tenían un minicine montado y estaban viendo un documental sobre Ronaldinho (lo juro). No tenían (en ese momento) cerveza de barril, la "barata", y un botellín costaba unas 8 £ así que optamos por salir pitando.

Fuimos a otro donde la cerveza estaba barata, había buen ambiente e ingleses borrachos por doquier (lo cual viene bien para echarse unas risas... no os imaginais que elementos). En Inglaterra el equivalente a una cañita (que en España van de los 20 a los 25 centilitros, de media) es una pinta (casi 57 centilitros). Pero se las beben a la misma velocidad a la que nosotros nos podemos beber nuestros "chupitos" cerveceros. De ahí el "síndrome holligan". Además lo ingleses son muy listos y, sabiendo lo cara que está la vida en su país y que es fácil quedarse sin dinero en medio de la noche, ponen cajeros en los bares. Imaginaros la mezcla: inglés + varias pintas + cajero en el bar + tarjeta de crédito = ruina absoluta. This one is on me!

Esa noche cenamos en un indio y después nos fuimos rápido a casa porque María salía en el tren de las 6:10 de la mañana. En un principio se volvía conmigo por la noche pero al final tuvo que ir a trabajar el lunes por lo que cambió el billete. Como yo no era menor de 26, mi billete (al mismo precio) tenía diferentes condiciones y no podía cambiarlo sin pagar así que yo me quedé. Aún así a las 5 de la mañana (tenía que estar media hora antes de la salida y, por malas experiencias, sabemos que son muy estrictos) me desperté con ella y la acompañé a la puerta para asegurarme de que cogía el taxi que habíamos pedido la noche anterior. El taxista no aparecía así que decidimos llamar para preguntar y ¡sorpresa, se había ido! Nervios, strees, "me cago en los ingleses"... El recepcionista nos indicó como llegar a una parada de autobús y allí fuimos pero no aparecía ninguno. Tuvimos suerte y justo pasó un taxi que dejó a María en la estación por los pelos. Yo me perdí volviendo a casa y un pobre camionero de Barcelona me preguntó por una dirección... Qué cosas.

Ese día Lieven tenía que estudiar así que yo me cogí mi maletón, con la ropa de María y la mia, y me la llevé de turismo. Mi idea inicial era dejarla en la residencia de Lieven, pero no me dejaron así que probé en la estación de Waterloo (desde donde salía mi tren) pero costaba 5'5 £. Como tenía mis escasos pounds restantes reservados para un café y, si había suerte, un librito baratísimo, pensé: "Más cargaba en la India" y me llevé la mochila al TATE Modern, mi museo favorito.

Allí si que tenían un guardaropa asequible. Incluso gratis, ya que los 2 £ que te pedían eran voluntarios. Es gracioso que en Inglaterra, cuando te piden una contribución voluntaria, te dicen cuanto tienes que dar. El museo estaba totalmente distinto a como yo lo conocía y eso me gustó. Lo malo fue que uno de los pisos gratuitos (los de las exposiciones permanentes son totalmente gratis) estaba cerrado porque estaban cambiando la disposición de las obras. Pero, bueno, me dio de sobra con un piso. Luego me tomé el programado cafetito y después me fui directo a la estación. ¡No quería perder el tren!

Las escenas borradas de Operación Dragón

El Informal, que gran programa.

Manifestación infantil

Haciendo un alto en la narración os contaré que acaba de pasar una manifestación de lo más curiosa por debajo de mi ventana. Serían unos 1000 niños de menos de 12 años con jembés, cacerolas y sus vocecillas estridentes de francófonos. Pedían paz. Tenían mucho carteles con la palabra PAZ escrita en diferentes idiomas y las caras de luchadores por la paz como Teresa de Calcuta, Martin Luther King y Nelson Mandela, entre muchos otros. Incluso llevaban pancartas. Me ha encantado una que decía: Plus de j'aime, Más de yo amo. Detrás de ellos iban algunos adolescentes y adultos, unos 15 en total, siguiéndoles embobados y como un poco perdidos. ¡Qué surrealista!

Periplo a Londres, 1 (San Patricio, el Borough Market, el Ojo y algunas fiestas)

Llegamos a Londres en pleno Saint Patrick's Day, por lo que celebramos el Día de Irlanda como no puede ser de otra forma: con una Guiness en el bar más cercano a la casa de Lieven, nuestro anfitrión. El resto de la noche fue un poco frustrante ya que lo pasamos peregrinando de bar en bar, a la busca y captura de unos amigos de Lieven. En principio parece un buen plan, pero el problema fue que cada vez que llegábamos a un bar nuevo (cada uno en un extremo diferente del centro de Londres: Borough, al sureste, Liverpool Street, noreste, y Notting Hill Gate, oeste) nos cerraban en las narices, no dándonos tiempo a tomarnos ni una mísera pinta. Y, para más inri, cada bar estaba en una punta de Londres y hacía un frio de pelotas. Para redondear la jugada, perdimos el último metro directo y nos tocó hacer transbordo y esperar unos 20 minutos al autobus. No he mencionado que Londres es una ciudad increiblemente cara, como muchos ya sabreis. Cada viaje en autobus cuesta 1'50 £ y en metro, 3 £, y no se te permite, como en Bruselas, hacer transbordos de un bus o el metro a otro bus durante la siguiente hora. Yo no se como se desplazan los londinenses. Deben ir andando a todos lados porque el abono de transporte, SOLO de trenes, cuesta 216 € mensuales. Pero volvamos a mi viaje: la noche era fría e inóspita. Nuestro bolsillo se había visto vaciado inconmensurablemente (dos buses y un metro tenían la culpa) y nuestro gaznate llevaba horas sin probar el brevaje de lúpulo y cebada que nos había llevado a Inglaterra porque en el país de los holligans los bares cierran a horas insospechadamente prontías. Por suerte, terminamos encontrando a los amigos de Lieven, justo cuando salían de un bar que estaba cerrando (¡como no!), y acabamos en casa de uno de ellos. ¡Qué odisea!

Al día siguiente dormimos como campeones y fuimos andando a comer/desayunar/merendar al Borough Market, un mercado de comida maravilloso. Comimos unas deliciosas hamburguesas y de postre nos pimplamos un capuchino con brownie y todo. Después hicimos un poco de compra ya que esa noche íbamos a ir a un botellón/barbacoa y había que aprovisionarse. Cargados hasta los topes de carne, verduras y complementos (entre los que había algo de cerveza belga) nos fuimos a lo que yo llamo el Ojo de Londres y los londinenses conocen como London Eye. Teníamos una reserva para las 6 pero había que estar media hora antes. Pese a que llegamos a las 5:30 en punto nos tocó esperar una hora de cola de, según calculé a ojo de buen cubero, unas 1000 personas. Por suerte la cosa iba rápida: unas treinta personas por cabina, unas 30 cabinas, unos 30 minutos por viaje... igual a "solo" una hora de espera. La noria la opera British Airways y son un poco flipados: al viaje le llaman flight y tienes que pasar por un detector de metales antes de entrar, donde te confiscan tijeritas y otras "armas" que puedas usar para secuestrar el "vuelo". No vaya a ser que saques un cortaplumas y grites: "Cambio de planes: nos vamos a Teherán. ¡O mejor, contra el Big Ben!". Tras el "vuelo", que mereció la pena aunque no tanto como para repetir (costaba más de 11 £, nos fuimos corriendo a la barbacoa. Estuvo bien pero a las 12:30, cuando la cerveza comenzaba a escasear, María y yo decidimos irnos con una española y un estadounidense que conociamos, dejando a Lieven con sus compañeros de clase. En principio nos íbamos a casa, pero como ya no había más buses directos nos cogimos con ellos un minicab, es decir, un taxi ilegal y barato, y nos liaron para ir a una fiesta "al lado" de nuestra casa. Por suerte la fiesta estaba muy bien y había cerveza gratis a mansalva. Era el cumpleaños de una de las anfitrionas y había piñata y todo. Nos lo pasamos teta pero no nos imaginamos que a las 2:30 Lieven nos llamaría para decirnos que ya estaba en casa (nos había dado la llave). Tuvimos que coger otro minicab y en media hora estabamos allí. ¡Uupps!

Esto se alarga así que lo terminaré en otro post.

London's call

Pues mañana nos vamos a Londres. Nuestro amigo Lieven lleva allí desde el verano pasado y nos ha invitado a su zulillo en la residencia de estudiantes del London School of Economics. Nosotros nos hemos comprometido a llevarle amor y cerveza belga.

Para despedirnos bien de Bruselas (por el fin de semana solo) María me ha invitado a cenar en un libanés y nos hemos puesto las botas. Nos sale el hummus y el taboulé por las orejas. Pero ha merecido la pena... mmMMmMMMmMMmmmm... Vamos a dormir como campeones.

¡Oh, mai god! La música de gasolinera 70's y 80's

Seguro que os acordais de esas jaulitas rotatorias que había en las gasolineras de todas las carretera apañolas. Ahora están llenas de los últimos éxitos de Bisval y Chenoa pero hubo un día en que sus habitantes eran gente más... extraña. En esta página encontrareis no sólo fotos de esos artistas, sino que incluso os podreis bajar las canciones. Las monjitas del jeep, El payo Juan Manuel, Deme el castellano, El Pelo & los Marus, Los 2 españoles y, como no, Jose Ángel con su megahit, 'Madre, soy cristiano homosexual'. Por si alguna vez os quedasteis con las ganas de saber que había dentro de los discos que vendían en las gasolineras...

Menuda página más freaky. ¡Id a verla ya, pofavó!

Gente que conocer en Bruselas

Este fin de semana María y yo nos vamos a Londres a ver a Lieven, un amigo belga que está haciendo un master allí. Íbamos a ir de viernes a lunes pero María se va a tener que volver el domingo debido a problemas técnicos que ahora no vienen al caso. Cuando le dijimos que iríamos a ocupar su sillón (o suelo, aún no lo tenemos muy claro), Lieven nos pidió que quedásemos con su amiga Joke para que nos diese un libro que necesitaba para el master. Así que dicho y hecho, el fin de semana le mande un e-mail y quedamos hoy en la estación de Midi.

Mientras esperaba, leyendo la biografía de Gandhi que me acompaña últimamente, se me acercó un hombre muy raro y me pidió un cigarro. Yo le di uno y antes de que me diera cuenta había cogido mi libro e intentaba leer la contraportada. Más o menos entendía lo que decía y las palabras que no conocía me las preguntaba. En eso estábamos cuando apareció Joke y él me devolvió el libro y comenzó a contarnos un poco su vida.

Nos dijo que era belga de ascendencia israelita y que su tío materno había matado a su madre, su padre y sus hermanos porque su madre se había casado sin consentimiento de su familia. Él se salvó por estar enfermo, pasando unos días en Bélgica con su tía (paterna, supongo, pero no especificó). Cuando creció se alistó en la legión extranjera. Nos aseguró que cuando una persona mata a alguien, eso le marca de por vida, pero que cuando mata a cientos, como él, pierde su significado.

Luego se interesó por donde y en qué trabajaba Joke y a mi, dado que no era belga, me ofreció su casa para dormir "si me encontraba en la calle. Tú búscame y te vienes a mi casa". Pasaron unos policías y les saludó a gritos como si fuesen sus amigos de toda la vida. Ellos ni le miraron.

Entonces Joke y yo conseguimos separarnos de él. Yo le pregunté si quería que le dijese algo a Lieven y ella me deseó un buen viaje. Y cada cual se fue por su lado. Puede que parezca que estuvimos hablando con el desconocido una hora, o incluso toda la tarde, pero no llegó ni a cinco minutos. Bueno, lo que se dice hablar sólo habló él. Yo sólo dije "bien sûr" cuando me pidió el piti...

Jesus will survive

María se queda en Bruselas

Mañana María iba a ir a Madrid. Era un viaje de trabajo para hacer un curso de formación y, más importante, firmar su contrato. Ya han pasado sus seis meses de contrato de explotación en prácticas y ahora va a firmar un contrato indefinido y le van a subir el sueldo. Peeeero su jefe se ha roto una pierna, esquiando osea, así que la reunión se ha aplazado. Mejor para mi, que no me quedo solito.

Saliendo de la rutina

El viernes por la noche fuimos al cumpleaños de una amiga. Cumplía 30 añazos así que había que celebrar por todo lo alto. Fue una fiesta muy internacional, como viene siendo la costumbre. Ruxi, la homenajeada, es belga de ascendencia rumana/boliviana (¡toma ya!) y su novio es Jose, el Periodista en el aire y mi ex-compañero en la revista Ecos. Nos lo pasamos bomba, jejeje, y yo bebi mucha cerveza. No habíamos cenado cuando fuimos a la fiesta así que nada más llegar atacamos la mesa llena de comida. Yo me puse ciego a queso con mostaza y galletitas saladas. Y cerveza, claro. No se a que hora nos fuimos pero yo ya iba un poco piripi y cuando llegué a casa cogí la cama con muchas ganas.


Con menos ganas me levanté a la mañana siguiente cuando, sobre las 11, sonó el telefonillo. Unas amigas de María habían ganado unos billetes de avión para venir a Bruselas así que teníamos visita. Mientras María fue a abrir a Chispa y Marina yo me hice una pelotita en la cama dando gracias por que no fuesen invitados mios. Aún así al cabo de un rato me desperté, con un dolor de cabeza de esos que sólo te dan las resacas. Tras mi café, una aspirina y una ducha, estaba (casi) como nuevo así que salimos a turistear un poco. Chis y Marina habían salido hacía un rato ya así que quedamos con ellas en un bar y, tras el segundo desayuno, fuimos a turistear un poco.

Pasamos por el Palais de Justice y el Sablón y luego fuimos a comer un crepe. Luego las llevamos a la típica ruta A-B-C-D (o sea sé: Maneken Pis, Grand Place, Janeken Pis y Delirium Tremens. Siempre llevamos a todos los visitantes a los mismos sitios pero cuando encuentras una buena ruta no hay que desperdiciarla.

Entre pitos y flautas se nos hizo tardísimo y para cuando nos dimos cuenta eran las 7:30. Habíamos quedado a a las 8 para cenar con Khaled, el dueño de nuestro querido y recientemente clausurado restaurante indio, así que en vez de pasar por casa, María y yo nos fuimos directamente al restaurante. Marina y Chispa se fueron a casa a abrigarse un poco más y, de paso, a mandarnos un mensaje con la dirección del restaurante, que nos habíamos dejado en la mesa del salón. Llegamos justitos. Khaled nos contó que aquel era uno de los 5 restaurantes indios que había abierto para otras personas en Bruselas. Decía que ahora todos eran ricos. En cambio su propio restaurante, el Shakti, fue el único de los que abrió que había tenido que cerrar. Una pena porque era el mejor. No ya el mejor indio, sino nuestro restaurante favorito de Bruselas.


Estuvimos cuatro horas y media "cenando". En realidad tardamos como una hora en empezar y nos quedamos otra más de sobremesa. Pero es que Khaled tenía mucho que contarnos y todos estábamos disfrutando de la conversación y el vino como enanos. Cuando ya nos echaron del lugar nos fuimos andando al centro, a tomar una copilla. La pobre Chispa estaba que se caía pero aguantó estoicamente hasta las 4:00.

Hoy, domingo, Chispa y Marina se han ido a Amberes. ¡Qué valor! María y yo nos hemos excusado con un gruñido desde la cama (bueno, María ha hecho un poco más de esfuerzo en expresarse) y nos hemos quedado. Hemos desayunado tarde y ahora nos disponemos a ver una película que me he bajado de Internet sobre la serie Bola de Dragón, pero no de dibujos sino con actores. ¡A ver si no nos decepciona!

Cosas hechas con Lego

Todos mis familiares (o muchos de ellos) saben lo mucho que me gusta el Lego. Como la mayoría de mis lectores son ellos, supongo que les hará gracia que coloque un link a una página con las 10 creaciones más extrañas construidas con Lego. También he encontrado otra página relacionada en forma de blog: un manual de instrucciones para construir una memoria USB de Lego. Yo me voy a hacer uno en cuanto pase por Madrid (que es donde tengo mis reservas de ladrillitos de colores).

El chip VeryVIP

En una discoteca de Barcelona implantan un chCip subcutáneo a los clientes VIP para que no tengan que llevar dinero ni DNI. Lo cuenta el director del club en una entrevista a EFE. No es algo nuevo, sino que ya llevan casi dos años haciéndolo. Pero yo lo he descubierto hoy.

También he descubierto que ya es posible hackear el susodicho chip. La instrucciones para hacerlo están en Internet. No se si lo del chip es una buena o mala noticia. Por un lado es tentador pero también pienso que cada vez estamos más cerca del Gran Hermano (curiosamente, los primeros clientes en implantarse el chip discotequero fueron ex-concursantes de Gran Hermano).

Si el chip este se hace más popular puede que pronto se haga realidad la publicidad "subliminal" que aparecía en la película Minority Report. Realmente el VeriChip se patentó en los EEUU como una forma de identificar a los pacientes en los hospitales, consiguiendo así su historial clínico con facilidad. Pero sus usos podrían ser mucho más variados en el futuro, permitiendo sacar dinero en los cajeros, entrar en el trabajo, hacer la compra... Eso si, siempre que mejoren su seguridad.

Hasta entonces yo no me implanto ningún chip. Más bien intentaré conseguirme alguna copa gratis a costa de algún VIP despistado.

BoiNK..........................................BoiNK

Sobre el mangustán, la malaria y el rey Wemba

A través de Spaniards, he encontrado un blog muy bueno, de una española que está en el Congo. Tiene una sección de fotos y otra de texto. ¡Os recomiendo ambas!

Sueño horrible

Hoy he soñado algo horrible. No lo he considerado una pesadilla porque no me ha entrado el agobio típico, sino que era muy real. Incluso cuando me he despertado ha tenido que pasar un rato hasta que me he convencido de que no era verdad.

Lo que hoy he soñado es que le quitaban una hora al día...

Al principio me lo tomaba a coña, como todo el mundo, como os lo tomaríais vosotros si os dijeran eso. Pero poco a poco me iba llegando la noticia de diferentes personas. Y cada vez me daban más detalles: "es que el mundo se ha acelerado y ya no caben 24 horas en un día", "si no lo hiciesen dentro de poco se haría de noche durante la mañana o la tarde", "es inevitable si queremos que el mundo siga teniendo la noche a la misma hora", "la rotación de la Tierra..."...

Al final salía en el telediario y todo. ¡Catástrofe! ¡Era verdad! Lo peor de todo es que los horarios de trabajo seguían siendo los mismos. Es decir, si trabajabas 8 horas en tu día de 24h, seguías trabajando 8h en tu mundo de 23h. Y la gente, yo entre ellos, no sabía que hacer. No había ambiente de revolución sino más bien de triste resignación.

Qué horror. Parecía una peli de miedo. Nos robaban una hora y no había nada que hacer. Espero no volver a soñar eso nunca más.

Así es muy fácil postear

Voy a copiar un poco a Pepich, que últimamente sólo pone videos de YouTube.