Siguen las clases de francés

El viernes pasado terminaba la semana intensiva de clases de francés por la gorra y cuando acabaron las clases fui a hablar con Edmond para ver cual sería mi horario la semaine prochaime (pronunciese "la semén pgrosén"). Tanto él como Viviane me debieron ver un poco lerdo todavía ya que no tardaron ni 5 minutos (los que yo tardé hasta que entendieron que era lo que les preguntaba) en ofrecerme una ampliación de nuestro trato secreto. Así pues esta semana vuelvo a ir a clase de 9 a 1, pagando 6 horas semanales y asistiendo a 20. ¿Viva y bravo? No se si reir o llorar. Por cierto, a Nichuan ya casi me lo tengo ganado y eso que al final no compré las galletitas. Hoy ha subido sus patitas malolientes en mi silla y le he hecho un book fotográfico que postearía en este blog si fuese materialmente posible. Pero non se preocupare que hace unos minutos he pujado en e-bay por un lector de tarjetas y quizás para la semana que viene vuelvo a ser fotoinformáticamente competente. Dios dirá!