Se me acumula el trabajo

Aunque sólo estamos a miércoles, esta semana ya han pasado muchas cosas y encima no he podido escribir. Horreur! Para empezar, el lunes me dormí por la mañana y llegué tarde a clase. No 1 hora sino 2. Me perdí la explicación de los Pronoms Personnels pero como soy un machote no tardé en enterarme de todo (excepto quizás de dos pronombres muy putos llamados y y en, que aún no se usar del todo). Quizás para compensar, el martés estaba excepcionalmente espeso y no me enteraba de nada. Miento! En realidad me enteraba bastante bien de todo lo que explicaban (véase l'imparfait et le conditionnel present) pero luego era incapaz de aplicarlo en los ejemplos. Hoy, miércoles, tout est allé bien. A Nichuan y a Souno ya me los tengo casi ganados, y eso que al final no compré las galletitas para alimentarlos "under the table" sino que sólo les doy galletas de las que Edmond y Viviane nos sacan para acompañar el café.

Cambiando de tema, hoy han empezado obras en casa. Me siento como a los 10 años, cuando mes si y mes no había obreros en casa. Nos están cambiando el baño, porque Davide, nuestro vecino, tiene humedades en una pared que colinda con nuestra bañera. O más bien con nuestra ex-bañera porque ahora baño está vacío, habitado por los obreretes (Marek es uno de ellos, según me informa María).

Ayer estuvimos cenando en casa de Diaco, el novio de Cecile, nuestra vecina de en frente (María me pide que añada que también es nuestra amiga). Nos invitó a una barbacoa y nos pusimos cerditos. Yo me enteré de que Diaco no se llama así sino que ese nombre es parte de su apellido. Resulta que su padre es rumano (y bailarín de salón profesional, todo sea dicho) y en realidad se llama Christophe (Kristof) Diaconescu. Pero Diaco suena mejor. La cena estuvo guay pero durante la sobremesa ingerí demasiada cerveza (Juliper, que es la birra del día a día aquí) (quiero decir la no carísima) y encima María y Cecile se enzarzaron en un tête a tête, con lo que quedé bastante aislado de la conversación. Diaco tampoco se enteraba de nada. Cuando llegué a casa pillé la camita encantado pero no dormí muy bien y esta mañana despertarse fue un infierno.

Básicamente eso ha sido lo acontecido durante este comienzo de semana aunque me olvido de quizás los más importante: María acabó los exámenes, que no se me olvide! Está (estamos) contentísima y ha comprado un billete para ir a Madrid a principios de Julio, para ver a sus papis. Yo, por mi parte, me iré a ver a Marta y Pepich, aunque aún no se lo he dicho. A ver si les llamo hoy para pedir hora...