No se que tiene este país

Ayer la clase de francés fue un poco más coñazo que antes de ayer. Las dos últimas horas me pusieron, junto a los brasileiros, con un grupo de chavalas de un nivel más avanzado y volví a sentirme como un palurdo. Pero güeno, cuando salí de clase María me estaba esperando sentada en un banco delante de la academia y se me olvidaron pronto todas mis penas. No había hecho el examen que tenía ese día (con lo cual se deja esa asignatura para Agosto) (pero la buena noticia es que la puede hacer en ese mes y no el año que viene) pero le habían dado una nota de un examen que le salió regular/mal y lo había aprobado. Viva! Nos tomamos una caña (o una bieg) en un bar cercano y después volvimos a casita dando un paseo. María me enseño una tienda de muebles, libros y mierdas varias de segunda mano que ha pasado a ser mi tienda favorita de Bruselas: armarios por 5€, ceniceros de pie por 3€, micrófonos para el ordenador por 1€, una Polaroid JoyCam por 2'5€!!! (esas tres últimas cosas pasaron a mi propiedad, por supuesto).

Hechas las compras fuimos al super y después a casa a comer. Entre pitos y flautas se nos hicieron las 6 (casi la hora de cenar por estos lares). Los 31°C, unidos a la falta de ventilación y a que el agua de aquí no quita la sed, hicieron que me entrase un repentino sueño acompañado de bastante mala hostia, dirigida a los belgas en general y a María (que era la que me pillaba más a mano) en particular. Ella, en vez de tenérmelo en cuenta, se portó como una reina y fue a la tienda de abajo a comprarme dos botellitas de litro de agua congelada. La neverita de nuestra casa está llena de escarcha (tiene un bloque de hielo de casi un palmo, lo que inutiliza uno de sus 3 estantes) peeero no hace hielo la muy jodida. Estos belgaas... Ah, no! Esto no es culpa suya! Además, para terminar de arreglar la situación, el agua del grifo sabe mal, a cal según me han comentado por ahí, y eso no lo soporta mi delicado paladar, que está acostumbrado a la magnífica agua de Madrid (como te hecho de menos, agüita rica y saciadora!!). Al final el agua no sirvió de mucho ya que la modorra se había apoderado de mis sentidos, por lo que subí como pude por las escaleras que llevan a nuestro habitáculo y me puse a dormir. Eran las 7 de la tarde y María se me unió un rato después, aunque sus motivos fueron distintos (a ella le dio sueño el sentarse a estudiar, cosa que comprendo y apruebo). Cuando nos despertamos eran las 10 de la mañana aunque tardamos como una hora más en levantarnos. No se que tiene este país que amodorra. Hoy por suerte yo tengo fiesta. He acompañado a María al autobús (ella tenía un examen por la tarde) y luego he estado deambulando por un mercado que había al lado de casa. Allí me he comprado un perrito caliente de dos salchichas y un kilo de cerezas (por 4'5€!). También he intentado comprar una flor de opio pero las vendian de 5 en 5.

Ya de vuelta en casa, tengo toda la tarde para instalar el micrófono e intentar hacer funcionar un MP3 de María. Ya os comentaré como me va.