Mudados y asentados

Ya somos una familia, como si dijeramos. Hemos montado los muebles, ordenado nuestros ropajes, alquilamos películas para ver en la cama, hemos ido a la compra... y hasta tenemos gato! Ayer (creo que fue ayer) fuimos a hacer una gran compra de esas que esperas no tener que volver a hacer y nos gastamos una pasta gansa. Compramos de todo: escoba, fairi, estropajos, jabones, geles, suavizantes, pasta de dientes, patouveces, etc, etc. Tenemos los armarios de la cocina llenos, rebosantes (aunque aún cabría algo de comida, todo se andará). La casa está llenita de pelo de gato, Nico y María pero tenemos planes de llevar a cabo un plan de choque para erradicarlo de nuestros suelos.

Bueno, creo que ya estais ansiosos por saber más cosas de nuestra casita. Lo siento pero por el momento no hay fotos, para eso habrá que esperar a que nos hagamos con un proveedor de Internet. No estoy seguro de los detalles pero yo los pongo y si luego están equivocado publico un "Fe de errores" y aquí paz y después gloria. Vivimos en un tercer piso, aunque la subida no se hace muy pesada. La casa de compone de dos habitaciones y un baño y cuenta con 80 metrazos cuadrados. Es un pequeño palacete. Según entras está la cocina/salón, separadas por una barrita alta y con tres ventanales que ríete tu de los de Buckingham. Una de ellas incluso tiene un balconcito. Sólo tiene dos palmos pero algo es algo. La otra habitación, la nuestra, está forrada de espejos por un lado y de armarios empotrados por el otro (y eso que es una casa sin amueblar! Loado sea Alá!) (nuestro casero es marroquí). también tiene una ventana enorme por la que entra un solazo de muelte. Hasta que compremos cortinas (si, cortinas) lo hemos solucionado con unas toallas. Por último, el baño. El baño, que delicia. Tiene puerta corredera, DOS lavabos, OTRA ventana enormius y, como no, bañera. Incrédibol.

Ni que decir tiene que estamos requetencantadísimos, pese al pelo de gato. El sábado María fue por la mañana a Ikea y luego por la tarde hicimos una visitilla a Casa. Por último pasamos por Brico y compramos mi primer taladro, junto con sus respectivas brocas (aparte), y varios tacos y tornillos. Me siento Bricoman. Pero aún queda mucho por hacer/comprar/recoger. Cuando vuelvan de Turkia, Diaco y Cecile nos van a dar dos silloncitos más, pero hasta entonces aun queda. Por ahora, a disfrutar.

Y mañana (que si no me cobran más en el cyber) os intentaré contar como es mi curro, que hago y eso, porque me pagan.