Para los amantes de los datos inutiles

lunes, 12 de septiembre de 2005

De nuevo por París

Este sábado, a horas intempestivas de la mañana (de la madrugada, me atrevo a decir), inicié otro periplo a París. Esta vez iba acompañado. La historia es algo complicada. En 1996 estuve viviendo un año en los EEUU, con una familia yankee. Mi "hermana" norteamericana había estado a su vez el año anterior en Bélgica y, casualidades de la vida, este mes han ido a visitar a la familia que la acogió. Y como este fin de semana se vinieron a París, pues yo me apunté con ellos. Me citaron a las 8 de la mañana del sábado en la estación de tren de Lovaina, a media hora de Bruselas, para iniciar el viaje. Por suerte, María me llevó en coche hasta allí y sólo llegué diez minutos tarde. Como ellos no aparecieron hasta las 8:30, no hubo problemas.

Nos alojamos en un hotel a 4 o 5 paradas de metro de chez Diaz Reig y me he pasado el fin de semana y parte de hoy, lundi, de turisteo del güeno. Éramos 6: papá Herlihy (léase Járliji), mamá Herlihy, Mariah (la hija, leido Moraya), Cristi (una prima) y Gorkem (un estudiante de intercambio turco que estuvo en la casa de los Herlihy el año anterior que yo). Además yo era el único que sabía francés (muy bien para mi sorpresa). Gracias a mi anterior y reciente visita a Paría, donde Pepe me instruyó sobre las maravillas y detalles de esta ciudad, pude ir contándoles detallitos de todos lo lugares por donde pasábamos. Los dejé flasheados.

La verdad es que ha sido un poco matada. Os cuento, esquemáticamente: place du Tertre (a.k.a la plaza de los pintores), Sacre Coeur, Torre Eiffel (subiendo hasta arriba y bajando parte del camino a pie) y exterior del Moulin Rouge, el primer día; Notre Dame y el museo de Orsay, el segundo. Parece poco pero os puedo asegurar que he andado como un cabrón. Eso si, todos lo croissantes, "cafés oles", filetones, caracoles, quesos, cervezas y billetes de metro que he consumido, me han salido gratís. También el hotel. Bueno, no todos. Esta mañana les he invitado a la primera ronda de cruasanes. Me hubiese gustado haber podido "contribuir" un poco más pero la economía no está para bollos (¡me acabo de mudar!). Por lo menos les he contado cositas de la ciudad, que algo es algo.

La verdad es que me lo he pasado bien, aunque estoy cansadooooo... El sábado por la noche estuve en una fiesta con Marta y Pepich y acabamos (Marta y yo, que Pepich se volvió a una hora indefinida) (imaginaros) casi a las 4 de la mñn. Al día siguiente habíamos quedado en el hall a las 10:30 de la matin. Jarl. Pero estuvo bien, me lo pase teta en la fiesta y me apetecía mucho ver a los pariseños.

Hoy, para no perder las buenas costumbres, el Pepe me ha llevado por ahí a comer y de cañas. También hemos ido de compras, pero sin esos excesos que te hacen tan feliz (esta vez no hemos pasado por el Tati ). Sólo me he comprado un libro sobre tatuajes de criminales rusos, una camiseta pintada a mano muy chula en un atelier (taller) de artistas montmartruas especializados en el reciclaje (cajas forradas con neumáticos, espejos con latas, cuadros con bidones... uuuuooooouuuuu...) y una cerveza francesa con aroma de rosas (de verdad) que ahora mismo estoy degustando. Aaah, Paris... C'est la bonne vie!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como se nota que tus zarpas han caido sobre el Mac de tu cuñado y disfrutado de su conexion al ADSL frances. Viva la actualizacion del blog! mañana nos vemos en el aeroport

Anónimo dijo...

Moraya Jarliji no aprendio frances cuando vivio un año en Bruselas?

Anónimo dijo...

Pero que sacrilegio rosas en la cerveza? estos franceses cada dia estan mas tontos.

Blanche dijo...

jo , no paras , me das una envidia BESOTES

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