Desde que volvimos de Madrid hace un calor insoportable. Nuestro casero cortó el gas de la calefacción en marzo, aprovechando un fin de semana de sol que hubo. Pese a que la casa estaba un poco "fresca", no creimos necesario pedirle que volviese a conectar el gas hasta hace cosa de un mes, cuando pasó por Bruselas una ola de frío y casi nos congelamos. Yo incluso me volví a poner el abrigo de invierno, los calzoncillos largos y la bufanda de lana. Pero en casa no podíamos estar así por lo que le pedimos a Mohammed que nos "diera calor". No dijo que estaba fuera de Bruselas y que lo haría en cuanto pudiese, lo cual fue el fin de semana siguiente, un día antes de que empezase a hacer calor (nunca sabremos si fue por racaneo o suerte).
Eso fue el viernes antes de irnos de visita a Madrid. Y desde que hemos vuelto, hace un calor de muerte. No se puede vivir. En España hará más pero estoy seguro de que todo está más preparado para el calor. Este domingo aprovechamos y nos fuimos a Bois de la Cambre, una especie de Retiro que tenemos al lado de casa. Compramos fruta y crema anti-sol factor 20 (que si no me quemo) y nos pasamos el día hablando y jugando a las cartas tirados en el cesped. Estabamos delante de un estanque donde había patos y todo pero bañarse no era una opción. Para que os hagais una idea de lo sucia que estaba el agua, había un cartel que decía que si alguien quería dar de comer a los patos, hiciese el favor de poner la comida en la orilla y no tirarla al agua, para evitar que cogiesen bolutismo (lo que, según señalaban entre paréntesis, es una enfermedad mortal).
En otro orden de cosas, el pasado jueves fui a preguntar a Edmond, mi profe de français, que cuanto le tenía que pagar por le mois prochaine. [Cuando volví al redil (ya estuve en sus clases el verano pasado) le dije que como estaba buscando trabajo sólo iba a coger clases por un mes (lo cual es más caro que si coges dos meses de golpe); él me ofreció que si al final de ese periodo no había encontrado curro, me cobraría como si hubiese cogido el pack de dos meses desde el principio.] En realidad no sabía ni siquiera cuando acababa el mes que había pagado y cuando le pregunté cuando me tocaba pagar el siguiente me dijo que no me preocupase, que podía seguir aprendiendo gratis. Yo encantado, claro. Son el tipo de cosas que te suben la moral y la confianza, cosas de las que siempre se anda falto cuando estás buscando trabajo infructuosamente.
Para los amantes de los datos inutiles
martes, 13 de junio de 2006
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