Parece mentira que diga esto y más viviendo en Bruselas. Tras una semana de calor intenso, húmedo y agobiante, se ha puesto a llover. Ya me habían dicho que la caló sólo duraría hasta hoy pero esta mañana me resistía a creerlo. El sol brillaba y nuestra casa era una verdadera sauna. Por la tarde empezaron a llegar las nubes. Y a las 23:30 se ha puesto a llover. Una vez más, Bruselas es como un reloj.
Como tenemos las ventanas abiertas de par en par, puedo oir la ligera llovizna caer y noto como entra el fresco (que no frío) en la casa. Realmente lo necesitaba. Espero que esta noche caiga una buena. E incluso que haga un poco de rasca. Me encanta cuando fuera caen chuzos de punta, que parece que de un momento a otro van a romper los cristales, y yo estoy metido en mi edredón de plumas viendo los resplandores de los relámpagos y oyendo algún ocasional trueno que traspasa la seguridad del doble cristal.
Pero bueno, volviendo a la realidad del día a día bruselense, también espero que mañana vuelva a hacer sol. O por lo menos este fin de semana. No creo.
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ACTUALIZACIÓN UNA HORA DESPUÉS:
Ya no llueve
Para los amantes de los datos inutiles
martes, 13 de junio de 2006
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2 comentarios:
Gracias por la informacion, estoy haciendo la maleta para ir a veros
mmm, fui a bruselas en el 94 pero creo que tendria que volver...
Che, me engañaste con tu foto... esperaba ver muchas imagenes tomadas... aunque tus recomendaciones no estan mal...
Saludos desde buenos aires...
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