Se me está olvidando esto de escribir, pero sólo porque he estado muy ocupado mandando CVs y asistiendo a algunas fiestas. Hoy he tenido que ir a la oficina del paro (por cierto, que me he enterado de que no soy chomeur, como pensaba, sino sans travail, que puede parecer lo mismo pero lo primero implica cobrar del estado). Me ha tocado un funcionario eficiente, para variar, y he salido contento y con la sensación de que alguien me ayuda a buscar trabajo. Aunque eso no significa que lo vaya a encontrar. A la vuelta he aprovechado para pasar por Correos a hacerme (¡por fin!) una cuenta de banco belga. Cada vez que había ido me habían puesto miles de pegas pero hoy me ha tocado una funcionaria eficiente (¡vaya suerte día!) que me ha hecho la gestión en un momento. Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando me ha dicho que mi carné de residencia de la comuna estaba caducado.
Resulta que sólo era válido por unos meses, no un año como cualquiera se imaginaría. ¡Qué poco ha durado mi alegría y mi confianza en el funcionariado belga! Tras una llamada a la Comuna de Ixelles, la mia, me ha tocado pasarme a intentar renovar mi permiso de residencia. Me han dicho que me había caducado por no buscar trabajo (!) y tras mucho discutir me han informado que con presentarles los e-mails en los que me convocaban a alguna entrevista de trabajo, arreglaría mi situación. Como no, ellos no tienen e-mail así que me he tenido que ir a un cyber a imprimirlos. En el cyber más cercano tenían rota la impresora así que, tras pasar todos los e-mails a mi memoria USB, me ha tocado ir a una imprenta para ponerlos en papel. Con tanto viaje, cuando he vuelto a la oficina era la una y un minuto. Y... probablemente lo habeis adivinado: la oficina llevaba un minuto cerrada. Así que mañana me toca volver. Espero que me devuelvan mi tarjeta de residente, que le había cogido cariño y me costó 20€.
Por otro lado, en el bus he hablado con un español. Yo llevo una chapita de Marruecos en el abrigo desde que volví del viaje del mes pasado. Mi compañero de asiento, el susodicho español, se ha dado cuenta de mi nacionalidad al ver el idioma del libro que iba leyendo y me ha preguntado que si me podía hacer una "pregunta indiscreta". Yo pensé que me iba a preguntar por como llegar a algún sitio y dónde vivía o algo así pero lo que quería saber era porque llevaba mi chapita en el pecho. Yo le he explicado lo mucho que me gustó Marruecos y la hospitalidad de su gente. Su respuesta me dejó totalmente perplejo. Me pregunto, sin cortarse un pelo, que si no me parecía "un poco fuerte" llevar esa insignia después de lo que habían hecho los marroquíes en España. Se refería al 11-M. Yo le he respondido que eso es como decirme que apoyo a ETA por llevar una ikurriña y él ha insistido diciendo que el 90% de los que participaron en los atentados eran marroquíes (falso, por cierto). Por suerte se ha bajado en la siguiente parada. Como me enerva las personas que generalizan, que hablan sin saber (sin haberse siquiera molestado en visitar a nuestros "vecinos"), creyéndose los defensores de la civilización occidental. Me gustaría saber si tiene un blog y hablará de esto también, para saber que dice y poder rebatírselo con más tiempo. Yo, por mi parte, creo que voy a continuar hablando de mi viaje a Marruecos, que es la mejor forma de mostrar lo equivocado que está. Además, ya iba siendo hora.
Para los amantes de los datos inutiles
lunes, 15 de mayo de 2006
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3 comentarios:
menudos imbéciles que hay sueltos... por cierto, que mamá y yo no iremos este fin de semana como habíamos pensado, no sé si será el siguiente o el próximo, pero ya os diremos. muchos besos
POr desgracia hay mucha gente que piensa como él, incluso hay gente que dice que los musulmanes en general deberían desaparecer.
Nos queda un largo camino hacia la interculturalidad
Bueno señor Don Nicolas, ya sabe ud. que el mundo esta lleno de gente ignorante, y es por eso y "el miedo" que les da a esta gente las cosas que no conocen, por lo que este mundo no es mas mejor.
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