Hoy he soñado que un desconocido me pillaba por banda y me pedía que condujese un tranvia (lo cual era su trabajo) porque se iba de vacaciones. Le dije que si sin pensarlo pero luego me empecé a agobiar por si me pillaban conduciendo sin carné o por si me llamaban por la radio. Ahí el sueño se convertía en una especie de pesadilla en la que yo tenía que ir a desayunar a la Estación de Midi, con todos los demás conductores. Pero como siempre, llegaba tarde y al final decidía ir directamente a donde tenía que coger el tram. Pero, como iba en transporte público, no llegaba nunca y cada vez me iba agobiando más, mientras pensaba en que pasaría si pillaba a alguien con el tranvia. ¡Qué infierno!
Sueños aparte, hoy se va mi amigo Javi. Él fue el primer amigo que hice en Bruselas. Ya tenía algunos, pero me los había presentado María a todos. También había conocido a más gente en clase de francés, pero no los consideraría amigos. A Javi le conocí en la revista Ecos, donde era mi compañero de penas y sufrimientos. Vivía al lado nuestro, a un par de calles de distancia y se le va a echar mucho de menos. El martes estuvimos María y yo en su casa y nos dio dos lámparas, tres paquetes de servilletas, una alfombra, cuatro perchas y varias bolsas. El círculo se cierra.
Para los amantes de los datos inutiles
miércoles, 24 de mayo de 2006
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1 comentario:
Piensa que si os quedará la alfombra.
Lo bonito de las recuerdos es que los modelamos a nuestro gusto y tu amigo siempre será una parte de ti.
CReo que he escrito varias tonterias pero no me lo quiero plantear.
Saludos desde españa
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