Para los amantes de los datos inutiles

martes, 14 de marzo de 2006

Gente que conocer en Bruselas

Este fin de semana María y yo nos vamos a Londres a ver a Lieven, un amigo belga que está haciendo un master allí. Íbamos a ir de viernes a lunes pero María se va a tener que volver el domingo debido a problemas técnicos que ahora no vienen al caso. Cuando le dijimos que iríamos a ocupar su sillón (o suelo, aún no lo tenemos muy claro), Lieven nos pidió que quedásemos con su amiga Joke para que nos diese un libro que necesitaba para el master. Así que dicho y hecho, el fin de semana le mande un e-mail y quedamos hoy en la estación de Midi.

Mientras esperaba, leyendo la biografía de Gandhi que me acompaña últimamente, se me acercó un hombre muy raro y me pidió un cigarro. Yo le di uno y antes de que me diera cuenta había cogido mi libro e intentaba leer la contraportada. Más o menos entendía lo que decía y las palabras que no conocía me las preguntaba. En eso estábamos cuando apareció Joke y él me devolvió el libro y comenzó a contarnos un poco su vida.

Nos dijo que era belga de ascendencia israelita y que su tío materno había matado a su madre, su padre y sus hermanos porque su madre se había casado sin consentimiento de su familia. Él se salvó por estar enfermo, pasando unos días en Bélgica con su tía (paterna, supongo, pero no especificó). Cuando creció se alistó en la legión extranjera. Nos aseguró que cuando una persona mata a alguien, eso le marca de por vida, pero que cuando mata a cientos, como él, pierde su significado.

Luego se interesó por donde y en qué trabajaba Joke y a mi, dado que no era belga, me ofreció su casa para dormir "si me encontraba en la calle. Tú búscame y te vienes a mi casa". Pasaron unos policías y les saludó a gritos como si fuesen sus amigos de toda la vida. Ellos ni le miraron.

Entonces Joke y yo conseguimos separarnos de él. Yo le pregunté si quería que le dijese algo a Lieven y ella me deseó un buen viaje. Y cada cual se fue por su lado. Puede que parezca que estuvimos hablando con el desconocido una hora, o incluso toda la tarde, pero no llegó ni a cinco minutos. Bueno, lo que se dice hablar sólo habló él. Yo sólo dije "bien sûr" cuando me pidió el piti...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jejeje, Nico si es que te pasan unas cosas, te deben ver cara de necesitao y claro se te acercan a ofrecerte hasta su casa... Lo mismo es que ligaste ;)

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Preguntad a Google, que seguro que ya está todo por ahí...